«Lo único que necesitamos es que sean los mismos muebles, pero que se vea completamente diferente»…
Así empezó la conversación para renovar la sala y el comedor de uno de nuestros clientes en CDMX.
Recibí muebles de un estilo muy particular, cuadros, esculturas y regalos heredados que sería difícil reemplazar y mucho más difícil, eliminar.
El enfoque al final, fue aprovechar los recursos que ya se tenían lo mejor posible y con estos, darle un giro completamente distinto a estos espacios.

“Quiero que cuando alguien venga a visitarnos, se sienta cómodo en la sala y que podamos tener una conversación sin estar gritando”

Trabajamos con Mario, el mejor ebanista que alguien puede tener y reformamos todo el comedor. Convertimos cada elemento en piezas únicas.
Reacomodamos esculturas, obras de arte y reutilizamos lo que ya existía para lograr un estilo clásico moderno que al final nos encantó.